Desplazamientos crítico-ficcionales en cuatro novelas de Marta Traba: Las ceremonias del verano (1966), Los laberintos insolados (1967), Homérica Latina (1979) y En cualquier lugar (1981)
Defensa de Tesis Doctoral, realizada 17 de noviembre de 2023 en Doctorado en Literatura PUCV.
Tutor: Herrera Pardo Hugo, PUCV
Evaluador externo: David Mauricio Adriano Solodkow, Uniandes, Colombia.
Evaluador interno: Juan Cristóbal Castro Kerdel, PUCV
Introducción
El 27 de noviembre de 1983 moría una parte importante de la generación crítica latinoamericana en un fatídico accidente aéreo. Varios de ellos eran críticos, poetas, músicos o pintores que habían alcanzado renombre en el campo cultural hispanoamericano. Entre ellos, Marta Traba (1923-1983), quien murió en su mejor momento: empezaba a sentirse bien después de haber superado un cáncer mamario. Había sido muy influyente como crítica de arte e iniciaba una carrera como historiadora del arte. Sin embargo, muere sin haber sido estudiada suficientemente como narradora, prueba de que la calidad narrativa y el reconocimiento muchas veces no van de la mano. Su obra, abierta a los desplazamientos crítico-ficcionales, hace el entronque entre sus obras críticas y sus obras narrativas, dejando un gran relato latinoamericano con un imaginario propio. Traba no estaba obsesionada con el boom latinoamericano y su narrativa no sustenta voces parricidas, sino que realiza un gesto antropofágico al estilo de los brasileños, ya que sin complejos devoró todo lo europeo y norteamericano para aportar a la literatura occidental.
Este trabajo investigativo surge por motivaciones desde afuera del ámbito académico y responde a una laguna estructural presente en los pre y posgrados de nuestras universidades. El primer acercamiento a Marta Traba fue en la enseñanza media, a través del pintor porteño, Antonio Zárate, que me leyó, en plena dictadura, Los cuatro monstruos cardinales. De esta lectura tengo un recuerdo deslumbrante, porque intuí la euforia narrativa en un texto de crítica de arte, lo que me hizo desconfiar de las clases sobre los géneros literarios que me pasaban en el colegio. Esta escena donde un artista, quien tenía que recolectar pigmentos de la tierra de las quebradas para poder pintar, comparte las primeras páginas de crítica de arte a un adolescente, es uno de los primeros recuerdos que tengo de Marta Traba. Nunca pensé que años más tarde ocuparía tanto tiempo en observar todos esos entronques entre arte y literatura que espejearon confusamente en esa tarde de domingo en la punta de un cerro en Valparaíso, en medio de un Chile dictatorial.
Mi segundo acercamiento a Marta Traba fue buscando fundamento teórico para una práctica: una cultura de la resistencia entendida en un sentido lato y ejercida por el Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul, organización comunitaria sin fines de lucro que fundamos con poetas, pintores, músicos y filósofos en Valparaíso durante el 2007. En este centro, enfrentados a debates y polémicas del campo cultural porteño y latinoamericano, encontramos un espacio para preguntarnos cuáles podrían ser las bases epistemológicas de la poética en sentido amplio que sosteníamos.
Un intelectual barrial muchas veces hace lo que puede y no lo que quiere. Durante el Magíster Interdisciplinario en Estudios Humanísticos en el 2008, tuve la intención de hacer mi tesis sobre esta intelectual, que era crítica de arte y además novelista, cuentista y poeta, pero en esa época era muy difícil tener acceso a sus libros dentro de Chile. Sin embargo, sí pude hacer mi investigación en Ángel Rama (1926-1983), crítico cultural uruguayo que había sido compañero de Marta Traba durante los últimos veinte años de su vida y que ya para ese entonces había sido rescatado por distintas universidades latinoamericanas y reeditado. Por lo tanto, tuve que esperar para investigar sobre esta escritora y en ese momento no tuve la posibilidad de colectivizar mis investigaciones, sino fuera del campo académico, principalmente en el Primer Encuentro Iberoamericano de Pensamiento Latinoamericano, organizado por el Colectivo de Trabajadores del Arte y la Cultura de Morelia (COTACUM) en el México del 2010.
En este contexto, logramos darnos cuenta de la situación a la que alude Marambio en su tesis: Campo intelectual y artes visuales: Marta Traba y la formación de una crítica artística latinoamericana (2013) cuando nos señala: “sobre Traba ha caído una especie de silencio que la ha relegado al interés de especialistas en la historia de la crítica artística, siendo escasamente conocida más allá de ciertos circuitos interesados en la plástica latinoamericana” (11). Agrega que esta situación se profundiza más cuando abordamos su recorrido en el campo ficcional.
No se entiende cómo una intelectual con esta doble actividad y productividad, autora de a lo menos 23 libros de crítica de arte latinoamericano, siete novelas, dos libros de cuentos y un libro de poesía no forma parte de los programas de arte y literatura en los pregrados y posgrados de nuestras universidades. Esta investigación responde a una necesidad profesional de contribuir a llenar esta laguna estructural presente en nuestras instituciones, pero sobre todo responde a una pasión por la literatura y a sus desplazamientos hacia el arte.
Primero reconstruimos el contexto artístico-cultural e histórico-político de Marta Traba, configurando una época (in)vulnerable desde el 50 al 80, que funciona como marco de referencia latinoamericano donde se mueve esta crítica argentino-colombiana como una intelectual inmersa en una colectividad cultural que permite explicar sus reflexiones teóricas. Acá, más que ubicarla en una generación, nos pareció importante ponerla en relación con la cultura del ensayo crítico latinoamericano, que tiene una tradición periodística y de inserción pública muy fuerte, y para eso les dimos mucha importancia a las revistas y diarios para los cuales escribió y que movilizaron el campo cultural en toda la región.
Después abordamos la biografía de la autora en términos generales, donde nos pareció importante ir uniendo su formación académica con sus publicaciones, deteniéndonos en la recepción crítica de su obra que nos hace tomar conciencia de las discusiones literarias y artísticas presentes en ese momento. Una parte importante de esta tesis es la reconstrucción de la red conceptual compleja y coherente que ella sostuvo en toda su producción crítica donde empezamos por el polémico y nunca bien comprendido concepto de arte moderno hasta abordar conceptos posteriores como el de cultura de la resistencia, estética del deterioro, áreas abiertas y áreas cerradas, entre varios otros a los que nos llevó la investigación. Hicimos hincapié especialmente en aquellos que nos sirvieran para hacer los desplazamientos crítico-ficcionales que sostenemos en nuestra hipótesis de trabajo.
Pensamos que existe una relación de continuidad entre la obra crítica sobre arte latinoamericano y la producción literaria de Marta Traba. Es decir, puede advertirse un funcionamiento discursivo de “intertextualidad refleja”, según el concepto elaborado por Pedro Lastra, que infunde al proceso de construcción narrativa y que se puede comprobar a través de una lectura directa y minuciosa de los textos. En otras palabras, el proceso de construcción narrativa poseería en su fundamento, conceptos elaborados en su obra crítica, los cuales, por tanto, se identifican y articulan formalmente en su obra narrativa.
El espectro acotado de cuatro novelas escogidas nos parece suficiente para potenciar las distintas ramificaciones de lectura acerca de los desplazamientos crítico-ficcionales que se producen dentro de ellas, de manera tal que en el capítulo II nos referimos al expresionismo en Las ceremonias del verano (1966), en el capítulo III al existencialismo en Los laberintos insolados (1967), en el Capítulo IV a la crónica de Homérica Latina (1979) y en el capítulo V al exilio latinoamericano de En cualquier lugar (1984). Cada uno de estos capítulos pretende abrir puertas de entrada a la tradición literaria latinoamericana, pero también cada desplazamiento crítico-ficcional intenta generar grietas en dicha tradición.
En términos concretos la hipótesis de esta investigación se mueve hacia la profundización de la lectura de estas cuatro novelas de la autora que nos permite ir relevando el desplazamiento o entronque entre los conceptos de su crítica de arte y su producción novelística. Para ello elegimos, entre toda su producción crítica, aquellos textos publicados coetáneamente a cada una de estas obras ficcionales.